EMBOCADURAS, USOS Y CUIDADOS
La boca es, sin lugar a dudas, uno de los puntos más importantes
en el caballo. Conviene que la tengamos vigilada, porque la aparición
de cualquier problema en la misma puede dar lugar a otros mucho
más serios.
La especial anatomía de la boca del caballo nos permite colocar
una embocadura, un sistema de control que, bien utilizado, no daña
al animal, mientras que permite un perfecto control por parte del
dueño.
Una embocadura bien ajustada, no puede golpear la dentadura, ni
el caballo puede agarrarla tan fuerte como para eludir la mano del
jinete.
Por ello es tan importante seleccionar una embocadura correcta
para nuestro animal, de ella dependerá tanto la comodidad del caballo
como nuestra propia seguridad.
Deberá ser del tamaño adecuado para la boca del caballo; algo que
en principio resulta obvio; pero no muchos tienen en cuenta que
cada caballo tiene sus propias características y que por tanto,
la embocadura que le viene bien a uno puede resultar nefasta en
su compañero.
Otro tema importante a considerar es el del ajuste de la embocadura,
ya que si lo hacemos demasiado fuerte puede rebelarse contra ella
y en caso de que lo hagamos se forma suave puede crearnos problemas
para el control del animal. Según el tipo de embocadura, ésta actuará
sobre diferente parte de la boca del caballo; esto combinado con
otras ayudas (la voz, la postura, las piernas...), hace que el jinete
pueda establecer un perfecto control sobre el comportamiento del
animal, sin provocar en ningún momento dolor; siempre y cuando esté
bien ajustada.
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